Es una obra de improvisación libre y audaz, destacando la sinergia del grupo, la exploración de Liebman en el saxofón, la densidad armónica del pianista Leo Genovese, el trabajo innovador del trompetista Peter Evans y la constante y sorpresiva presencia rítmica del baterista Tyshawn Sorey. Si bien puede resultar intenso y desafiante, el álbum destaca por su profundidad musical, su carácter orgánico y la habilidad de la banda para encontrar un equilibrio entre la libertad y la estructura.