Dorothy ha conseguido algo muy difícil y es que cada nuevo disco supere con creces al anterior. The Way parece ganarnos a todos desde la primera escucha, y es que la artista vuelve con más vida y más exuberante que nunca haciéndonos ver desde los inicios en la introducción de I Come Alive lo que vendrá a continuación, un derroche de rock y energía de ésta incombustible artista de origen húngaro.